El 17 de mayo, se dio inicio a un nuevo proyecto colaborativo en la Escuela Tobalaba. Se trata de la creación de murales artísticos junto al destacado artista y muralista Ramiro de la Peña, en una instancia que involucró a toda la comunidad educativa.

Durante dos meses, alrededor de 250 estudiante y docentes, además del equipo directivo y auxiliares, participaron en la creación de estos murales, vinculados con los lineamientos de la Escuela Tobalaba en torno a temáticas de interculturalidad, medioambiente, cultura y arte.

Los murales de la Escuela Tobalaba forman parte de un ciclo de creación artística que se replicará en otras dos escuelas de Peñalolén durante los próximos meses, con el objetivo de facilitar el acceso a niñas y niños al arte en distintas comunidades educativas y vincular el proceso creativo con las asignaturas impartidas en las escuelas.

El proyecto de murales artísticos tendrá su segunda parada en la Escuela Juan Bautista Pastene durante el mes de agosto en un ciclo de co-creación con toda la comunidad educativa y con el trabajo del muralista Ramiro de la Peña, Licenciado en Artes de la Universidad de Chile con una basta experiencia de colaboración con distintas instancias de muralismo en colegios.

Ramiro de la Peña explicó que el trabajo de muralismo colectivo busca revertir una «problemática histórica de precariedad y deficiencia en el sello cultural y artístico de los colegios de la educación pública.» Estos establecimiento cumplen con los requisitos de espacios para funcionar, pero no cubren «la parte cultural, la acogida, la calidez y la belleza de los espacios.»

El artista, quien se considera un trabajador social de la cultura, propone un relato visual para estos proyectos colaborativos que cuenta con la aprobación del consejo directivo de cada establecimiento educacional. Este relato visual tiene como objetivo enriquecer el sello artístico y cultural del colegio, así como resaltar la belleza de los patios y espacios comunes.

«La belleza y la calidad estética de las obras da un nivel de mayor dignidad y riqueza cultural», planteó Ramiro de la Peña. «Cuando llegué (al Colegio Tobalaba), habían 50 metros lineales de ladrillos plomos, sucios, con restos de pegamento. Ahora hay doce imágenes con un relato estético en ese espacio.»

El artista también destacó el valor de este tipo de intervenciones para las comunidades educativas. «Los niños aprenden un nuevo relato visual en torno a la poética de las imágenes, y esto da sentido de pertenencia. Es un muralismo didáctico de aprendizaje, que produce sentido de identidad de los estudiantes en los colegios», explicó.